El Dakar 2016 saldrá de
Lima, atravesará Bolivia y acabará en Rosario. Etienne Lavigne anunció
oficialmente en París la ruta: Perú-Bolivia-Argentina del 3 al 16 de enero. La
etapa de descanso será en Salta, el 10 de enero.
La carrera comenzará en Lima,
Perú para trasladarse al desierto que ya se transitó en las ediciones 2012 y
2013. "Será la parte de desierto, de arena, de dunas, de navegación",
explicó Lavigne, que recordó que Perú representa para los participantes
"lo más parecido que hay al desierto sahariano”.
Los organizadores destacaron
que en el estrecho desierto peruano, muy pegado al Pacífico, fue escenario de
una gran acogida popular. "Dicen allí que nunca hubo tanta gente en la
calle desde la visita del papa Juan Pablo II", recuerda Lavigne.
Posteriormente, la caravana
dakariana ascenderá hacia el altiplano boliviano, "un cambio de superficie
muy importante, pero sobre todo un cambio de clima, con condiciones muy
duras", según Lavigne. A más de 3.500 metros de
altura, las pistas duras de la zona tomarán el relevo para "obligar a los
participantes a afrontar una de las características del rally, la
resistencia". En el pasaje por Bolivia, la competencia unirá los departamentos de La Paz, Oruro y Potosí, incluído el salar de Uyuni.
Recordamos que Bolivia, ha acogido el rally en las dos últimas ediciones de forma parcial,
lo tendrá en sus tierras por primera vez de forma completa. En 2014 el rally
acogió solo a las motos. Este año se les unieron los coches y en la
próxima edición se unirán también los camiones. "Hemos resuelto los
problemas técnicos que nos impedían llevar todo el campamento", señaló
Lavigne.
Entrarán por el lago
Titicaca para trazar una línea hacia el sur con dirección a Salta, donde será el día de descanso. El noroeste
argentino, será el inicio de la recta final
del rally, que estará marcada por
el retorno al calor del verano. El desierto rocoso, la ruta
40, perfilarán de forma definitiva los contornos de la general de una edición
que terminará en Rosario.
Argentina pasará a ser el
único país fiel a todos los Dakar sudamericanos. El director de la prueba
lamentó la salida de Chile. "Lo sentimos tanto por el lado emotivo, puesto
que hemos creado lazos muy firmes con los chilenos, como por el organizativo,
porque hemos aprendido a trabajar con ellos, con quienes nos sentimos muy cómodos",
dijo. Pero se mostró convencido de que el Dakar “regresará a Chile en 2017,
siempre que las desgracias dejen de azotar al país”, concluyó.
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