La 2º fecha fecha del rally uruguayo, disputada el pasado
fin de semana en Minas fue interrumpida en dos oportunidades.
La primera, el sábado en la PE 2 cuando se produjeron dos
salidas de ruta casi en simultáneo: el auto de Martín Cánepa sufrió dos
pinchazos y el de Tomás Maranzana (puntero de dirección), quienes circulaban
segundo y cuarto lugar, respectivamente en la ruta.
Adelante, Guzmán Rivero y Rodrigo Zeballos completaron el
tramo cronometrado.
La Dirección de la Prueba detuvo la carrera al recibir la
señal del botón de pánico emitido por el “Sirius” del auto de Cánepa.
Acudió al lugar la camioneta de rescate, encontrándose con
el binomio Cánepa-Gonzalo Ferrari cambiando los dos neumáticos.
Entonces, qué había ocurrido? El botón rojo se había
activado solo. No obstante, las autoridades deportivas llamaron a Cánepa para
que se presentara en el “quincho” del Parque de Asistencia –donde opera la
Dirección del rally- con la cámara a bordo.
Allí, quedó comprobado que el GPS se había activado solo!!!
Acto seguido, el pandense recibió dos penalizaciones: 1
minuto por no haber activado el botón verde (para comunicar que estaban parados
pero bien) y 50 segundos por haber llegado con retraso al terminar el primer
rulo.
El bueno de Guzmán Rivero y Rodrigo Zeballos vieron como sus
tiempos quedaron anulados al cancelarse la PE 2, principalmente el campeón 2019
que había obtenido una buena ventaja en esos dos especiales (20 segundos). El
resto, completó el tramo en modo enlace.
Ahh, me olvidaba, las autoridades de la carrera hasta hoy no
han reconocido públicamente que el Sirius no está funcionado correctamente. En
la 1º fecha también había tenido errores que todavía no han sido subsanados.
Los principales pilotos fueron los encargados de
manifestarse ante esta situación que no los deja “seguros” al competir.
El domingo, se vivieron dos momentos dramáticos en la P8, la
última del rally, cuando el primero en el camino Guzmán Rivero se fue afuera muy fuerte mientras la carrera continuaba. Detrás, completaron el tramo
Zeballos –a la postre el ganador-, Cánepa, Maranzana y Federico Antúnez.
El siguiente era el auto de Juan Manuel Casella-Juan Villaba
que también se fue de ruta –sin consecuencias físicas- y allí se detuvo de
nuevo la carrera, dándola por concluida.
A pesar de ser socorridos debidamente Rivero y su copiloto
Francisco Vita (éste recibió el mayor impacto), las autoridades “bajaron los
brazos”, sin contemplar que seguían en competencia pilotos que todavía peleaban
posiciones. El que más se quejó fue Luiggi Contín que había empezado el día con
un fuera de ruta que lo hizo perder tiempo pero en el tramo cancelado todavía
podría haber recuperado posiciones.
Decisiones que hay que respetar pero que dejan preguntas sin
responder; por ejemplo: se podría haber reanudado la carrera? Si hubiese sido
un Atlántico, la decisión habría sido otra? Si en otras carreras de años pasados
se volvió a largar, por qué ahora no?
O fue el Sirius que volvió inseguro a las autoridades, al
accionarse de manera automática y no manual como debería ser?
Declaraciones de Rodrigo Zeballos y Martín Cánepa en A TODA
VELOCIAD Radio esta semana:
Rodrigo Zeballos:
“La protagonista fue la tecnología, el aparato (Sirius) y no las tripulaciones,
las informaciones que emitió fueron erróneas, provocando una confusión de cosas”.
Con respecto a si la carrera podría haber sido reanudada, respondió: “no puedo
opinar, pero sí en estos casos, hay gente que se favorece y a otras perjudica,
a nosotros nos favoreció, pero sí hay que aclarar las cosas antes de largar.
Fue mucho entrevero, primero, se computaron los tiempos, después se cambió, se
canceló, un lío bárbaro. Cuando quisimos acordar, miraba las posiciones, primero
estaba en un lugar, después en otro y al final terminamos el sábado a 4.6s de
Rivero. Pero fue todo muy entreverado, estas cosas no pueden pasar más”.
“La tecnología está andando mal, en la fecha pasada, mi auto
volcó y el botón rojo de emergencia no se activó y ahora Martín se fue afuera y
se activó. El sistema tiene que andar bien, incluso me parece que se necesita
un año de prueba y ver como funciona todo. Lo de parar a cambiar una goma y tener
que apretar el botón verde, me parece mal, cuando pinchás, te bajas rápido para
cambiarla y seguir. Eso no lo va a hacer nadie. A todos nos parece muy mal -que
te penalicen con 1 minuto-, nos deja a todos muy nerviosos porque este aparato va
a decidir una carrera. Tenemos que ver cómo sigue esto, no puede ser que el protagonista
del fin de semana sea el Sirius”, concluyó.
Martín Cánepa: “La
cámara muestra que el botón de pánico se activó sola, entonces creí que las
autoridades lo habían entendido pero al final del día nos llaman y nos
comunican que estábamos penalizados con 1 minuto por no haber apretado el botón
verde cuando nos bajamos a cambiar la rueda. Si bien está en el reglamento, los
comisarios entienden que obtuvimos una ventaja, pero yo no sé cuál es esa
ventaja. De ganarla por 5 segundos pasamos a perderla por 40 segundos. Cuál es
la ventaja?”, se preguntó. “Es más, me reconocieron en la cara que otros
pilotos no activaron el botón verde y no fueron penalizados, entonces por qué a
mí sí, estoy esperando saber qué beneficio obtuve”.
Después, el piloto separa la determinación del Director de
la Prueba (DP) de los Comisarios Deportivos (CD): “El DP actuó bien porque se
activó el botón de pánico y detuvo la carrera, pero los CD saben que actuaron
mal al aplicarme el minuto de recargo”.
“La anulación de la PE2 perjudicó a Guzmán Rivero por la
diferencia que había ganado (20 segundos), pero fue el aparato que se equivocó
y eso está mal”.
“La DP está preocupada por el funcionamiento del Sirius, en
la carrera anterior el aparato marcaba 51 km a un auto que estaba parado…”,
señaló.
El aparato no debe sacarle las ganas de correr a los
competidores, el CUR y los equipos han hecho un gran esfuerzo para estar en
competencia desde el año pasado, las categorías están bien nutridas, cuesta
mucho poner un auto en el camino, hay que cuidar lo que hay”, concluyó.