Era de esperar que las estrictas normas de la
FIA respecto a la congelación de los motores iban a cambiar a partir de la
reunión mantenida en Ginebra durante el jueves. Han caído todas y cada una de
las reglas impuestas por la Federación Internacional con el objetivo inicial de
mantener los costos de desarrollo controlados. La más importante, sobre todo en
el camino de asegurar la continuidad de equipos como Toro Rosso, es la de permitir
que los fabricantes de motores puedan suministrar a sus equipos clientes
unidades con especificación 2015 durante la
próxima temporada.
También el límite de tokens decreciente se
desvanece, manteniendo las 32 fichas de las que disponían los
fabricantes durante todo el campeonato, permitiendo la
evolución más allá de la fecha inicial de homologación prevista para el 28
de febrero. Así mismo, los equipos podrán seguir realizando modificaciones en
zonas como la parte superior e inferior del cárter, parte del cigüeñal o
el accionamiento de las válvulas, pertenecientes a las llamadas ‘caja negra’ y
que en principio iban a tener bloqueado su desarrollo.
Una decisión del Grupo de Trabajo de los equipos que a la postre beneficiará a
Honda y Renault, los dos fabricantes que más problemas han tenido en este
sentido. Todas estas decisiones todavía deberán ser aprobadas por la
Comisión de la Fórmula 1 y por el Consejo Mundial del Motor el próximo mes
de diciembre.
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