Primero, su debut en el Mundial de Resistencia (WEC) ganando
dos veces las 24 horas de Le Mans en 2018 y 2019, logrando además, el
campeonato junto a otros dos ex F. 1, Kazuki Nakajima y Sebastien
Buemi, con Toyota.
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| Alianza Alonso-Andretti 2017: postal que no se repetirá |
Después de su fracaso para correr las 500 millas de
Indianápolis en 2019, su próximo paso fue el debut este año en el Dakar 2020
con un decoroso 13º lugar de nuevo con Toyota, obteniendo buenos parciales de
etapas.
Para coronar su éxito en distintas disciplinas del
automovilismo, continuó su sueño de poder ganar en Indianápolis este año,
regresando con Andretti Autosport y con motor Honda. Todo venía bien encaminado
hasta que se supo que Honda le bajó el pulgar y no podrá disponer de sus
motores, dejando en el aire si continuará o no su deseo de correr esta
centenaria carrera en mayo.
Lo que sí quedó claro es que la automotriz japonesa no
quiere saber nada con el español, considerando sus quejas públicas cuando corrió
con su motor de 2015 a 2017 con resultados decepcionantes y después compitiera con Toyota.
Si esta ha sido una mala noticia para Alonso, no es la
primera que se supo este año, ya que hace poco se conoció el final de su
contrato con el equipo McLaren, algo que estaba previsto pero que deja una
imagen del español que ya no le es sencillo salirse con la suya.
Ahora, su última carta es coquetear con un posible regreso a la máxima en 2021,
aunque todavía no dio pistas con qué equipo lo haría. Otro
capítulo se avecina… o será su despedida como piloto profesional.
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