domingo, 26 de diciembre de 2021

SUPERTURISMO: QUÉ DEBERIA CAMBIAR

El 2021 fue un año con distintos y nuevos ganadores en el Superturismo uruguayo, originado por el castigo de lastres a los 10 primeros del campeonato. 

Allí aparecieron los de atrás, subiendo al podio y hasta ganando por primera vez o volviendo a la victoria después de mucho tiempo, casos Enrique Maglione, Mauricio Geymonat, Hernán Giuria y Fernando Dacal. 

Se volvió a Rivera después de 5 años. Salida positiva

También, fueron “beneficiados” –y no les quito méritos- Marcelo Pessina, Andrés Horta y Javier Pontet.

Completaron la lista de ganadores, Fabricio Larratea, Diego Noceti, Daniel Ferra –dos victorias cada uno- y Jorge Pontet en la última del año.

Casualmente, este sistema de lastre impidió a los primeros del campeonato ganar: Fernando Etchegorry, Frederick Balbi –ganó una pero fue recargado-, y Guillermo Laguardia –estaba 3º hasta la fecha 11 y finalizó 4º.

Otro punto, fue la decisión de aplicar el doble descarte al cumplirse la 10º fecha y correr las dos últimas sumando todos los puntos posibles.

Esto, no cambió nada el orden de los que definieron el campeonato. Tanto Etchegorry como Balbi descartaron 8 puntos cada uno y fueron 1º y 2º en el torneo, respectivamente.

LA COPA CHALLENGE O LA PIEDRA EN EL ZAPATO 

La inclusión de la Copa Challenege estuvo destinada a los pilotos no ganadores en los últimos 5 años, aquellos que no se los veía en los puestos de vanguardia, entonces el premio fue creado para que se pudieran llevar una copa a su casa después de cada doble evento.

Lo que no estaba en el libreto era que se comenzó a ver varios pilotos fotografiándose con dos copas después de bajar del podio –en realidad de los dos podios- ya que habían asistido al podio general y al podio de los “olvidados”.

Este tema debe ser resuelto con rapidez, de hecho la categoría lo sabe y ya tomó apunte del caso.

MODIFICACIONES TECNICAS Y EL MOTOR EN LA LUPA

Al terminar el campeonato, cualquier categoría se preocupa por repasar el reglamento técnico (RT) y ver qué puntos hay que retocar.

El Superturismo ha “tocado” pocos puntos de su actual RT, lo último fue modificar la altura del piso o despeje de todos los autos. Y ahí, creo que hay cierto error, porque ningún modelo es igual –sí parecido- a otro y queda claro que la performance difiere entre los autos que compiten.

Hay que ver cuáles son los pro y los contras de cada modelo y eso conlleva un trabajo extra que considero no se ha realizado hasta hoy.

La máxima siempre ha sido “los motores y las cajas son iguales para todos y eso asegura la competitividad”. Personalmente, considero que quedan varios ítems a tratar para llegar a esa equidad soñada.

No sirven de mucho los tiempos que se registran hasta el hartazgo en El Pinar donde casi todos conducen “de memoria” por el ser el trazado archiconocido y de pruebas desde siempre.

Por último, escuché comentarios “oficiales” en la última fecha que algunos integrantes de la categoría pidieron que se pueda certificar o verificar que los motores son realmente iguales en cada fecha.

Nadie duda de Guillermo Domínguez y su trabajo a cargo de “poner en marcha” los motores de ST, sino que ahora le piden que muestre las pruebas, el caballaje o potencia de todos los motores que encienda a partir de 2022.

Desde que los Cosworth llegaron al ST siempre hubo quejas de los usuarios porque en definitiva, la falta de algún caballo puede hacer la diferencia. Eso deberá ser aclarado una vez más.

Desconozco si son los mismos motores que se siguen utilizando desde 2015 –ya llevan 7 temporadas- o si alguno fresco o más nuevo está participando. Se sabe que después de ciertos kms. los kits son renovados. El tema es que los motores ya tienen sus años de uso y por ahí vendría la queja.

MAS ESPECTACULO 

Desde hace años, se pide desde afuera –me incluyo- que el ST debe brindar mejores espectáculos, incluyendo más sobrepasos. La foto de cada competencia es similar: primera media vuelta todos juntos con roces y toques al límite y una vez que se encolumnaron comienza el bostezo.

La lucha por la punta es escasa y los pelotones del medio “guardan posiciones”, en parte porque así se interpreta el reglamento: hay que sumar y no arriesgar. Y eso va en contra del espectáculo.

Las gomas no permiten ir más rápido en la segunda parte de la carrera, por lo tanto el récord de vuelta “se clava” en las 5-6 primeras vueltas porque después se recalienta. El tema compuesto también debería ser tratado y ver si existe otro caucho que le caiga mejor a los autos.

Carreras distintas: el formato monótono de largar siempre por orden de la clasificación da por resultado las carreras que ya conocemos (en parte como lo describimos más arriba). 

Tiro algunas ideas que ya las expuse en A Toda Velocidad Radio varias veces: que cada fin de semana sea distinto, formato actual (dos carreras), carrera con grilla invertida, una fecha con dos series y final –el utilizado hasta 2019-, dos carreras por suma de tiempos –imaginen lo que ocurrió en Rivera y en la final de El Pinar donde fueron paradas las competencias con bandera roja y se volvió a largar-; es lo mismo pero en condiciones normales, sumando los tiempos de ambas competencias. Eliminar el/los descartes y los lastres –una categoría que se considera top no debería cargar kilos ni descartar puntos-, acá soy purista con ese pensamiento. Una carrera corta y otra más larga, etc.

Por último, que todas las carreras sean el día domingo; el público es cuando más asiste y ese día debería brindarse todo el espectáculo (así fue siempre cuando había menos categorías).

Hasta hace poco, cuando se corrían series, el sábado había 10-12 carreras y el domingo sólo 5, precisamente donde asiste más público. Habría que considerarlo.

No hay comentarios.: