El piloto argentino Marcos Ligato se retira del rally este fin de semana junto a su público en el Rally Argentina, luego de 25 años compitiendo en el rally argentino, sudamericano y mundial.
El portal rallyargentino.com publicó una nota con
la trayectoria de Ligato narrando él mismo su historia como piloto. Reproducimos
la nota:
Reflexiones
y memorias de Marcos Ligato previo a su despedida
Este fin de semana, Marcos
Ligato largará el Rally Argentina culminando su extensa carrera deportiva, que
lo tuvo seis veces como campeón del Rally Argentino como referente de la
disciplina. Surgió del motocross y fue cobijado por el rally, deporte que lo
formó como piloto, persona y empresario. Hoy, el cordobés reseña los recuerdos
y aprendizajes más valiosos en más de 25 años de trayectoria.
12 de diciembre de 1997.
Gran Premio de La Falda. Un Renault 18 GTX tiene al volante a un entusiasta
campeón de motocross, que en ese momento llevaba 20 años de edad, recientemente
cumplidos. Se trataba de Marcos Ligato, quien comenzó a dar sus primeros pasos
en el Rally Argentino, sin imaginar que se volvería una leyenda tan grande como
las que observaba con admiración desde sus inicios.
“Tuve
la suerte de debutar en uno de los momentos más lindos de la historia del Rally
Argentino, con figuras muy grandes, como Jorge Recalde, Gabriel Raies, Jorge
Bescham, Roberto Sánchez y Daniel Preto. ¡Fue una época dorada!”.
“Yo
era muy joven, inocente y tenía muchas menos responsabilidades de las que tengo
ahora. Sin experiencia, tenía que competir contra ese nivel de pilotos. Eso me
formó hasta convertirme en quien soy hoy y fue un aprendizaje forzado,
rapidísimo, por el nivel que tenía el Rally Argentino en ese momento”.
Entre los recuerdos del
ganador de seis títulos nacionales permanece imborrable la memoria que lo
convenció de dar el salto desde el motocross hasta el rally: “Conocí a Raies porque éramos vecinos en Río
Ceballos y yo corría en motos contra su hijo. Como le di una mano, pude
convencer a Gabriel en 1996 para que me lleve a dar una vuelta en el Renault Clio
del equipo oficial, como agradecimiento”.
“Después
de haberme subido a ese auto, quedé totalmente sorprendido del nivel de manejo
y lo que significaba conducir un auto de carrera. En ese momento, ya tenía la
idea de correr en rally, pero ver cómo manejaba Gabriel fue un golpe muy duro
para mí, porque creí que iba a ser imposible llegar a tener un nivel como el
suyo”.
“Al
final, después de tres años, ya estaba corriendo de igual a igual contra él y
de vez en cuando cada uno podía ganarle al otro. Por eso siempre digo que mis
inicios en el Rally Argentino fueron muy rápidos, pero tuve la suerte de tener
una vara muy alta por alcanzar, para poder ganarle a semejante nivel de
pilotos”.
Pese a volverse un serio
contendiente ante Raies, Marcos también trazó un camino paralelo e
internacional. Tras su título del año 2000 en el Campeonato CODASUR, el piloto
de Río Ceballos fue incorporado al Córdoba Rally Team, que lo llevó a competir
con un Mitsubishi Lancer por la Copa Mundial del Grupo de Producción. Solo en 2001,
Ligato logró dos podios en Kenia y Acrópolis, además de ganar en Finlandia.
“Esa
victoria es mi recuerdo más lindo a nivel internacional. Tuve la suerte de
aprovechar una época hermosa del WRC, con muchos equipos oficiales. Se podía
correr contra Tommi Makinen, Juha Kankkunen, Carlos Sainz o Colin McRae, o sea,
pilotos que para nosotros eran auténticos ídolos. Con ellos pude compartir
carreras, hoteles, reconocimientos y muchas cosas que fueron formándome”.
Mientras 2002 vio a Ligato
instalarse en Italia, el cordobés disputó cinco eventos del Junior WRC para
2003, temporada en la que obtuvo un podio al cabo de su debut en el Rallye
Monte Carlo con un Fiat Punto S1600 alistado por Top Run Motorsport, estructura
que atendió la mayoría de los coches de Ligato a nivel internacional.
Dos años más tarde, el
cordobés tendría una de las temporadas más activas de su aún joven carrera, ya
que volvió a competir en el PWRC, para finalizar tercero en el certamen, al
cabo de un 2005 que lo vio, no solo debutar con un Peugeot 206 WRC en el Rally
Argentina, sino también retornar al Rally Argentino, para conquistar el primero
de sus seis títulos nacionales, en este caso con un Subaru de la categoría N4.
“Cuando
volví a correr en Argentina, encontré un período de liderazgo muy fuerte de
Federico Villagra y me costó armar mi equipo. Tenía que ponerme en condiciones,
no solo a mí, sino también a mi propia estructura, para poder empezar a
ganarle”, recordó
Ligato en alusión a la creación del Tango Rally Team, estructura que nació en
2006, producto de un esfuerzo inicialmente conjunto con David Nalbandian.
Este nuevo reto puso a
Ligato frente a una desafiante misión: “Al momento de tener que armar mi equipo, tuve que aprender a ser un
empresario y piloto al mismo tiempo, mientras también aprendía lo que
significaba la responsabilidad de tener una empresa, con personal a cargo y
todos los compromisos que eso te demanda”.
Mientras Ligato redoblaba
sus esfuerzos para evolucionar en su nueva vida como piloto y empresario, el
cordobés no se dejó vencer por la empinada curva, sino que respondió con su
época de mayor esplendor: fue subcampeón del PWRC en 2012, cuando quedó a solo
cuatro puntos del título. No obstante, lo mejor estaría por venir con la
llegada de la era Maxi Rally al campeonato argentino.
La normativa acogió a uno
de sus coches más exitosos: el Chevrolet Agile del Tango Rally Team, conjunto
con el que logró cuatro títulos consecutivos, entre 2014 y 2017. “Realmente, fue una época muy buena, donde
pudimos ganar absolutamente todo”, recordó el cordobés, quien hasta
allí lograba su quinto título con Rubén García.
“Juntos,
compartimos 25 de los 26 años que llevo corriendo. Vivimos cosas lindas y cosas
tristes. Nos vimos crecer como personas, como familia y tenemos un montón de
historias. Para mí, Rubén tiene una personalidad hermosa y muy especial. Es un
tipo extremadamente tranquilo, muy profesional, estudioso de todo lo que hace y
realmente es muy difícil verlo enojado, porque toda la vida fue muy
respetuoso”.
Pese a esto, el destino
deparó súbitamente uno de los mayores desafíos que Ligato jamás haya
enfrentado: un linfoma forzó al cordobés a dejar el deporte en 2018, año en el
que planeaba conducir un Ford Fiesta WRC en el Rally Argentina. Pese al
delicado momento, el piloto de Río Ceballos se volvió un símbolo de fortaleza y
superación al recuperarse para volver a gozar de plenitud. Aún, había metas por
cumplir.
“Con
la llegada de los R5/Rally2, también me puse como objetivo volver a ganar un
título y lo logré”, resumió Ligato en alusión a su sexta y última corona de Rally
Argentino, conquistada el año pasado en Villa Dolores. “Creo que soy afortunado, porque pude vivir
y disfrutar todas esas instancias de mi carrera, en las que aprendí, me formé y
vi pasar muchos pilotos”.
Pero, más allá de los
competidores, Marcos Ligato también ha visto y conducido una gran cantidad de
vehículos emblemáticos: desde los Renault 18 GTX, los Mitsubishi Lancer y
Subaru Impreza Grupo N del Rally Argentino y el PWRC, los Peugeot 206 y Citroën
DS3 WRC, el Fiat Punto S1600, el Chevrolet Agile Maxi Rally, el Skoda Fabia R5
y últimamente su Citroën C3 Rally2. ¿Es posible elegir un favorito?
“¡Sin
dudas que los World Rally Car!”, respondió Ligato. “Cuando manejás un auto de la máxima
categoría, independientemente del momento de tu carrera en que lo hacés,
siempre se siente como una experiencia impresionante”.
“Cuando
manejé el Peugeot 206 WRC fue dos años después de que dejara de ser un coche
oficial y a pesar de todo fue algo espectacular”, añadió el cordobés en
alusión al vehículo del equipo Bozian Racing, que condujo en el Rally Argentina
2005.
“También,
tuve la suerte de haber manejado el Citroën DS3 WRC apenas un año después de
que también dejara de ser un coche oficial, así que seguía siendo un auto muy
vigente en ese momento”, describió Ligato al rememorar el coche que fue atendido por PH Sport
en el Rally Argentina 2016, cuando obtuvo su mejor resultado en el WRC: un
séptimo puesto absoluto, entre los pilotos internacionales del Campeonato
Mundial.
“El
conjunto total que se formaba entre un World Rally Car y el equipo; la cantidad
de cosas que el coche tiene incluidas por dentro, pensadas para tratar de que
no abandones; las herramientas, que están todas perfectamente medidas para no
llevar exceso de kilos, la zonas del coche donde están distribuidos los pesos…”
“O
sea, el trabajo de ingeniería que tienen los autos de un equipo oficial es algo
tremendo y haberlos manejado te hace ver que son un auténtico tanque de guerra.
No podés creer la resistencia que tienen y es muy difícil encontrarles el
límite de rendimiento”.
“Siempre
me quedó la curiosidad de saber hasta dónde podría haber llegado si hubiese
podido manejar esos coches durante más tiempo”, explicó Ligato, quien
efectuó su tercera y última participación con un World Rally Car en Finlandia
2016, también a bordo del DS3 WRC del equipo francés PH Sport.
“Con
el Citroën me fue muy bien e hicimos una muy buena carrera en Argentina. Cuando
llegamos a los últimos tramos, pude acostumbrarme tanto al auto, que ya era
capaz de pelear las mejores posiciones. Pero, siempre pienso que la situación
habría sido distinta si hubiera tenido más experiencia a bordo del auto”.
Mientras se acerca el fin
de semana de su adiós como piloto, Marcos Ligato también reflexionó sobre la
llegada de un momento emotivo, que pondrá broche de oro a un largo camino que
el cordobés comenzó a desandar en 1997, cuando tenía solo 20 años.
“Me
retiro en este momento, porque sé que pude ir logrando todos los objetivos que
me propuse. Hoy, siento que es el momento indicado y quiero retirarme en lo más
alto, aún siendo campeón”.
“Por
supuesto que no todo en mi carrera fue color de rosa. Tuve momentos difíciles,
donde no todo me salía bien. Pero, en cada una de esas situaciones aprendí algo
nuevo y me caractericé por redoblar los esfuerzos, para trabajar mucho y pulir
los errores hasta corregirlos. Eso es lo que me fue formando”.
“En
definitiva, son todas cosas y lecciones que el automovilismo me fue dando,
además de los contactos que uno fue generando gracias a las carreras, donde
pude conocer mucha gente de este deporte, con la cual hoy estoy muy agradecido.
Sin dudas, lo más lindo que me voy a llevar es eso: la cantidad de amigos y
afectos o colegas que he conseguido y con quienes he compartido muchísimo”.
Fuente:
rallyargentino.com
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