miércoles, 25 de junio de 2025

F1: EL MOTOR 2026 TODAVIA EN AJUSTE

El 2026 será el primer año del nuevo reglamento de chasis y motor. En el caso de la Unidad de Potencia, la mitad de la energía será generada por el componente eléctrico y la otra mitad seguirá siendo térmica, como lo es hoy.

A medida que ha ido avanzando el desarrollo los técnicos de la FIA se han dado cuenta de la enorme envergadura del reto y de sus límites. La posibilidad de depender tanto de la vertiente híbrida ha generado inquietud, hasta el punto de que ya se han introducido medidas para gestionar y limitar el uso de energía.

El temor común entre los equipos y la FIA era que, sin la recuperación de energía que proporciona el MGU-H, los coches pudieran encontrarse con sólo la parte térmica activa en determinadas fases de la vuelta. Con la eliminación de la MGU-H, que transfería la energía directamente a la MGU-K, a partir de 2026 gran parte de la recuperación se hará frenando -como ocurre en la Fórmula E-, pero no todos los circuitos ofrecen las mismas oportunidades.

Ahora, se han dado cuenta que la gestión del híbrido, tanto en la fase de recuperación como en la de liberación es un tema a corregir.

Entre las novedades más relevantes se encuentra la reducción progresiva de la potencia eléctrica a partir de un determinado umbral de velocidad, hasta anularse por completo por encima de los 345 kph. En los adelantamientos, este límite se elevará a 355 kph.

También habrá limitaciones en el frente de recuperación. Se ha añadido un artículo al reglamento relativo a la recuperación de energía durante la clasificación en el que, en algunos circuitos, el límite se reducirá hasta los 5 MJ. Una medida que deja entrever posibles estrategias extremas de recuperación, incluso en las vueltas no lanzadas.

Al reducir la cantidad de energía que se puede recuperar en una vuelta rápida, es posible que los pilotos tengan menos incentivos para utilizar técnicas extremas para optimizar la batería, como soltar mucho el acelerador o aprovechar al máximo la fase de liberación del MGU-K. Sin embargo, en este ámbito se aplicarán límites precisos.

Dado que la recuperación en frenada será crucial, en circuitos sin grandes tramos de frenada se temía que los pilotos tuvieran dificultades para alcanzar los 8,5 MJ, recurriendo a otras soluciones para ahorrar energía o consumir menos, por ejemplo, levantando el pie en algunas curvas.

Evidentemente, más carga aerodinámica también significa menos tiempo en las curvas, lo que hace aún más crucial la contribución de los eléctricos en las rectas, pero también reduce las oportunidades de recuperación. Quedarse sin potencia antes de lo simulado, especialmente en algunos circuitos, podría tener un impacto significativo en el tiempo por vuelta.

Por esta razón, reducir el límite a 5 MJ en la clasificación en algunos circuitos podría ayudar realmente a limitar las estrategias extremas en la gestión de la energía, donde se supone que los pilotos deben rendir al máximo, mientras que en la carrera seguirá siendo una cuestión compleja.

Andrea Antonelli: "Cambiará mucho el año que viene. Los motores pasarán a ser 50/50, con mucha más potencia del lado eléctrico, pero con la misma capacidad de batería. En las simulaciones hemos visto que se pasa de la batería cargada a la descargada en línea recta. Esto significa que, en circuitos como Monza, podrías acabar con sólo 500 caballos de la parte térmica. Pero los pilotos también podemos marcar la diferencia en la gestión de la batería. También significa, en ciertas rectas o cuando hay curvas en secuencia, no ir a tope inmediatamente para ahorrar energía y tener más en la recta. La FIA sigue cambiando la normativa, pero nos hemos dado cuenta de que nuestro estilo de conducción puede marcar la diferencia".

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