El Campeonato Mundial de Turismo (WTCR) corrió la 1º fecha en Zolder, Bélgica con tres equipos oficiales (Hyundai, Honda y Lynk & Co) y cuatro privados (Audi, Alfa Romeo, Cupra y Renault).
Desde el comienzo de la actividad, hubo sorpresas con los Audi y los Alfa Romeo superando a los equipos oficiales, donde los Lynk & Co se destacaban sobre los Honda y los Hyundai. Estos últimos, no “aparecieron” en todo el fin de semana después de haber dominado el campeonato 2019. La semana pasada, antes del comienzo del campeonato habíamos leído en algunos portales que siguen al WTCR que este año se había incorporado una nueva ECU (centralina) suministrada exclusivamente por Magneti Marelli, a todos los autos que compiten por el campeonato. Ahora bien, sólo los equipos oficiales la tenían en la primera fecha, no así los particulares porque habían confirmado su presencia “sobre la hora”, entonces se les permitió usar la ECU del 2019 con la condición de que en la 2º fecha coloquen la que indica el actual reglamento técnico. También, es cierto que esos autos fueron lastrados para equilibrar esa ventaja, pero no fue suficiente.
Mientras que Honda asumió su floja actuación, Hyundai puso el grito en el cielo a través de su Director de Competición, Andrea Adamo ya que su marca también está “castigada” con la reducción de la potencia de sus motores que fue rebajada del 97,5% al 95%, evidenciando pérdida de rendimiento en las rectas.
François Ribeiro, promotor de la categoría se vio obligado a bajar la cabeza ante las quejas de Hyundai, ya que había aceptado la solicitud de los particulares ante la necesidad de sumar autos en la grilla.
La semana próxima se correrá en Nurburgring; antes, el Comité de Reglamento deberá publicar el BoP (balance de rendimiento) actualizado.
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