Con ese panorama, nadie del mundo
automovilístico piensa en comenzar la actividad hasta tanto se normalice la
situación.
No solo se trata de la “nueva normalidad”
–también la llamaría nueva realidad-, que la deberemos enfrentar en el corto y
mediano plazo.
La economía ya no es la misma, estamos a
fines de mayo y dos meses largos han sido suficiente para tener una primera
foto de lo que se viene. Y el automovilismo no estará ajeno a ello.
Hace un mes aproximadamente, directivos de
Superturismo fueron claros y directos: “hasta setiembre no habrá actividad”. Al
principio sorprendieron aquellas declaraciones pero tenían sus motivos.
Averiguamos y supimos la respuesta.
Como el Superturismo se nutre de clientes
–pilotos y equipos-, la categoría había realizado un sondeo entre sus
integrantes y éstos habían manifestado sus realidades. Todos están en
problemas, los bolsillos ya no disponen del dinero habitual. El mundo está en
crisis y Uruguay no es la excepción.
Si bien nadie sabe cuándo ni cómo se
correrá este año, el plan primario es tratar de realizar un campeonato de 4
fechas dobles de setiembre a diciembre, todas en El Pinar.
En Superturismo estiman arrancar con un
parque de 12 a 15 autos, más 7-8 de la Clase 2. Para abaratar costos, tienen
pensado clasificar y correr una final, las dos categorías juntas. Antes de
marzo, esta idea estaba planteada pero se seguía discutiendo, ahora la pondrían
en práctica.
Qué pasa con las demás categorías de la
Asociación Uruguaya de Volantes –Institución que en julio cumplirá 80
años de vida-, Superescarabajos, Supersonic, Turismo Histórico y los
monopostos.
Superescarabajos y Supersonic tendrían un
organigrama similar al Superturismo y Clase 2, en tanto el Turismo Histórico,
dependiendo de la cantidad de autos, correría 1 ó 2 fechas cada fin de semana.
Los monopostos, este año no correrían.
Con esa planificación –no oficial-, se disputarían
7 ú 8 finales por fin de semana. Nada mal para un año 100% inédito.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario