Cuántas historias, anécdotas, dramas, alegrías y tristezas
han pasado en estos 70 años. Son miles.
Personalmente, desde niño “mamé” la F. 1 siguiendo la campaña
de Carlos Alberto Reutemann, uno de los tantos pilotos que brillaron en su
tiempo, para mí uno de los mejores momentos de la categoría, donde había muchos
pilotos y equipos que podían ganar durante un campeonato; con tantos pilotos
buenos que llegaron a ser campeones en ese período: Niki Lauda, James Hunt, Mario
Andretti, Jody Scheckter, Alan Jones, Nelson Piquet y Keke Rosberg.
Después vendría la época de grandes “titanes” como Alain
Prost, Ayrton Senna y mezclándose con ellos el “veterano” Nigel Mansell.
La muerte de Senna dejó un vacío y el desafío de volver a
creer, allí surgieron Damon Hill –hijo de Graham-, Jacques Villeneuve –que completó
la obra de su recordado padre Gilles- y Mika Hakkinen.
Y mas recientemente, la era de Michael Schumacher con sus 7 títulos –récord hasta hoy-, sus sucesores Fernando Alonso, Kimi Raikkonen, Jenson Button, Sebastian
Vettel –que seguramente corra su última temporada este año-, Nico Rosberg y
Lewis Hamilton que con 6 títulos obtenidos y en actividad, sólo piensa en poder
superar al piloto alemán.
Poker de campeones: Ayrton Senna, Alain Prost, Nigel Mansell y Nelson Piquet. 11 campeonatos |
Pero no debemos olvidar el origen de esta gran historia en
los 50 con la supremacía de Juan Manuel Fangio que marcó el camino a los
pilotos sudamericanos para medirse con los mejores pilotos europeos,
principalmente con los italianos e ingleses que eran mayoría en su época:
Giuseppe Farina –primer campeón- y Alberto Ascari.
Después vendrían Mike Hawthorn y Jack Brabham que desde
Australia también impulsó a sus compatriotas que viajaban desde muy lejos para
competir. Brabham, no solo corrió sino que también fundó su propio equipo y se
enfrentó a otros grandes como Phil Hill –primer campeón estadounidense-, Graham
Hill, Jim Clark, John Surtees –antes había sido campeón de motociclismo- y Denny
Hulme.
Y para cerrar la galería de los campeones, Jackie Stewart –leyenda
viviente- marcó su historia entre fines de los 60 y comienzos de los 70 junto a
Jochen Rindt –campeón post mortem- y Emerson Fittipaldi –pionero en Brasil de
los innumerables pilotos que corrieron, vencieron y salieron campeones en Fórmula
Uno.
En este comienzo de siglo, la tecnología ha superado al piloto,
haciendo que las carreras no sean muy atractivas, “culpa” de los proyectistas e ingenieros que son los encargados del espectáculo anodino y casi sin sorpresas, con autos que lucen perfectos.
Pero a pesar de todo eso, la Fórmula Uno tiene el nuevo desafío de continuar con
su legado, superando una nueva crisis que llevará un tiempo recomponerla.
Mientras, el público tuerca seguirá cada G.P. como
siempre lo ha hecho, con pasión para disfrutar de un nuevo capítulo de su vasta
y rica historia. Salud!
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